Posted by : John Kaimos 03 mayo 2013


Dale una guitarra a un heavy que no tenga ni idea de música y en menos de diez minutos te habrá sacado el riff más famoso de la historia del rock. No le costará mucho, le bastará con un solo dedo y una sola cuerda. No lo hará exactamente como el original, pero la sencillez de la secuencia y el éxito obtenido sin haber tocado antes un instrumento harán que el heavy se venga arriba y comience a mover la cabeza esperando que una batería y bajo imaginarios le acompañen. Alzará la vista buscando la mirada de los imaginarios quince mil japoneses del imaginario Budokán de un imaginario mes de agosto de 1972. Sí, amigos, está viviendo su propio Made in Japan, mientras perpreta algo parecido a Smoke On The Water, el tema más universal de Deep Purple y todo un himno del rock.

Smoke On The Water en un concierto de la gira americana de 1973

El autor de este simplísimo riff de guitarra es Ritchie Blackmore, que en una entrevista para un documental engañó al periodista al afirmar que provenía de los primeros acordes invertidos de la 5ª Sinfonía de Beethoven. En el fondo, Blackmore quiso ironizar sobre lo estúpido que le parecía que Smoke On The Water se hubiera convertido pese a su sencillez en un símbolo para el mundo del rock, comparable a la obra de un clásico como Beethoven. Pero, bromas aparte, lo cierto es que en la creación de este tema no concurrieron precisamente unas circunstancias lo que se dice normales.

Todo comienza en otoño de 1971, al finalizar la gira americana de Deep Purple. Los éxitos obtenidos en los dos últimos años al transformarse de una experimental banda de rock progresivo en una sólida propuesta de hard rock les permiten embarcarse en la formación de su propio sello discográfico, "Purple Records". El 3 de diciembre de ese año, los purple llegan a Montreux (Suiza) para grabar su próximo disco, Machine Head. La elección de esta localidad a orillas del lago Leman no es casual ya que en ella se celebra en verano el Festival Internacional de Jazz desde 1967, un certamen abierto a otros estilos y que por su escenario del Casino Montreux ha visto pasar desde artistas como Duke Ellington, Bill Evans o Keith Jarret a rockeros como Ten Years After, Led Zeppelin o Carlos Santana. Los Deep Purple llegan a Montreux atraídos por el glamour musical que ha adquirido la ciudad y plantan allí el camión-estudio móvil que han alquilado a los Rolling Stones donde grabaran las pistas de su nuevo trabajo. Una vez instalados, aprovechan la tarde para ir al Casino y disfrutar del concierto que Frank Zappa y The Mothers Of The Invention están dando como parte de su gira europea. Van a ver qué se cuece... y nunca mejor dicho.

Concierto en el Casino. Mothers Of Invention comienzan a tocar King Kong

Desconcierto en el concierto. El show se interrumpe y todos huyen

A las 16:20 horas, después de ochenta y cinco minutos de vibrante show, un descerebrado del público estima conveniente ilustrar el solo de sintetizador de Don Preston en el tema King Kong con una flamante bengala que va a parar desgraciadamente al techo de lustrosa madera del Casino, el cual no tarda en convertirse en una pira incontrolable ante la sorpresa de audiencia, músicos y promotores del concierto. Éstos últimos, comandados por Claude Nobs (artífice del Festival de Jazz), reaccionan de forma adecuada para no provocar el pánico y consiguen evacuar a todo el personal en un tiempo récord. Pero ni aún la presencia de más de ochenta bomberos y centenares de policías consiguen evitar la propagación del incendio por todo el edificio, que en pocas horas se convierte en humeantes cenizas. Los purple se alejan de la falla de forma ordenada como todos los demás y se dirigen a su lugar de acampada mientras la ciudad ofrece un skyline crepuscular del todo llamativo. Vaya manera de empezar.

Una aterradora columna de fuego y humo surge del skyline de Montreux

Así quedó el Casino Montreux tras el incendio

Los Deep Purple no habían visto un concierto con final más ardiente desde Jimi Hendrix, pero se han quedado sin lugar de grabación, el Casino Montreux. Claude Nobs les consigue un local alternativo en el centro de la ciudad, el teatro Pavilion, y allí se encaminan con el camión. Mientras hacen unas primeras pruebas de sonido, Ritchie Blackmore se marca un riff de guitarra simplón y cadencioso. El bajo de Roger Glover y la batería de Ian Paice crean una línea sencilla de acompañamiento y se graban varias tomas que anotarán como Title nº1. Pero la tranquila población de Montreux está que trina: Acaban de perder un edificio emblemático como el Casino (se calcularon unas pérdidas de más de diez millones de francos suizos) por culpa de esos melenudos de tres al cuarto que maldita sea la hora que a alguien se le ocurrió traer a la tranquila ribera del Leman. Por eso, y por que el Pavilion no tenía buenas condiciones de insonorización, no tardaron en quejarse a la policía local que al día siguiente entró por las bravas en el teatro y acabó con las sesiones de inmediato. Desolados, Blackmore y compañía se replantearon en volver a Londres pero ahí estaba de nuevo el incombustible (perdón por la broma) Nobs que buscó una solución satisfactoria para todos. El grupo tocaría en el inhóspito pasillo de un piso superior del Grand Hotel, lejos del enfurecido vecindario y al abrigo de los melenudos turistas supervivientes del incendio.

El estudio móvil aparcado en el patio trasero del hotel

Así no se puede trabajar, Roger

Aceptada la propuesta los músicos reanudan las sesiones de grabación de lo que sería su disco más importante, con temas tan emblemáticos como Highway Star, Space Truckin' o Lazy y que alcanzó el nº 1 en la lista UK Albums Chart y el nº 3 en US Billboard Albums Chart de 1972. Seis de los siete temas del ábum se grabaron íntegramente en aquel pasillo del Grand Hotel. La séptima iba a ser aquel Title nº1 que comenzaron a preparar en el Pavilion y del que ya tenían las bases. Faltaba ponerle una letra y pulirlo un poquito. Y un día llegó Glover con una idea: había soñado con los acontecimientos del concierto de Zappa y se despertó con la visión de la densa columna de humo que parecía salir del lago Leman. Propuso escribir un relato sobre el incidente que se titularía Smoke On The Water y se reunió con Ian Gillan para que la idea tomara cuerpo.

Salimos hacia Montreux
En la orilla del lago Ginebra
Para grabar con una unidad móvil
No teníamos mucho tiempo
Frank Zappa y The Mothers
Estaban en el mejor sitio
Pero algún estúpido con una bengala
Quemó el lugar hasta los cimientos.

Humo sobre el agua, fuego en el cielo
Humo sobre el agua

Incendiaron el casino
Se consumió con un ruido aterrador
Funky Claude entraba y salía corriendo
Sacando a los niños
Cuando todo terminó
Tuvimos que buscar otro lugar
Pero el tiempo en Suiza se acababa
Parecía que íbamos a perder la carrera

Humo sobre el agua, fuego en el cielo
Humo sobre el agua

Terminamos en el Grand Hotel
Estaba vacío, frío y mugriento
Pero con el camión de los Rolling Stones afuera
Conseguimos componer nuestra música
Con unas pocas luces rojas y camas viejas
Tuvimos un lugar donde sudar
No importa lo que sacamos de ésto
Sé que nunca olvidaremos

Humo sobre el agua, fuego en el cielo
Humo sobre el agua.

Gillan y Glover ultimando detalles de la letra en el incómodo pasillo del Grand Hotel

La letra no deja de ser un relato desapasionado y conciso de lo que pasó en esos días de diciembre pero al grupo le pareció bien para acabar de una vez por todas con aquella pesadilla de grabación y completar así los tracks del disco. A ninguno, pero sobre todo a Blackmore, le pareció que Smoke On The Water fuera a tener repercusión alguna por su sencillez y por contar unas tribulaciones personales poco trascendentes para el oyente, pero como ya hemos comprobado en otros posts son precisamente esas premisas las que hacen que un tema se convierta en todo un éxito. O a lo mejor Blackmore ya lo intuía y se lo tomaba con ironía.

Los Deep Purple relativamente satisfechos después de grabar Machine Head

Machine Head se publicó en marzo de 1972 pero Smoke On The Water tuvo que esperar un año hasta que se editara en single debido a la reticencia del grupo en considerar el tema como un hit. Pero la realidad era muy tozuda. Los conciertos y las giras evidenciaban que el público se volvía loco con Smoke On The Water; lo habían tomado como bandera de un movimiento hard rock que empezaba a tomar cuerpo de forma consistente y que más tarde evolucionaría en ese monstruo de varias caras llamado heavy metal. Incluso años después, los exiliados de Deep Purple (Ritchie Blackmore en Rainbow y Ian Gillan en Black Sabbath) se vieron obligados a incluir el tema en sus respectivos repertorios ante la insistente demanda de la audiencia. El single obtuvo el cuarto puesto del Billboard Single Chart de Estados Unidos y fue una baza importante para el éxito tanto de Machine Head como de Made In Japan, el doble directo grabado en verano del 72 durante su gira asiática.

Blackmore y los Rainbow tocan Smoke On The Water a regañadientes

Así se convirtió Smoke On The Water en el himno de toda una generación musical. No hay heavy que no haya hecho su air guitar al son de los cuatro acordes ni grupo metalero que en sus inicios no haya versionado la historia del trágico incendio del Casino Montreux. Por eso cuando una guitarra cae en las manos de un rockero cualquiera es cuestión de unos minutos que el humo comience a salir de sus cuerdas. Y se inflame el cielo.

Reunión de monstruos en 1989 para el Rock Aid Armenia, para ayuda humanitaria por el terremoto de Armenia de ese año. A ver cuántos conoces.

Lista Spotify con varias versiones de Smoke On The Water:


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